Montaño a Evo: “Tienes que pedir perdón a la población boliviana por tanto daño que hiciste”

Evo en una reciente concentración del MAS

El exministro Carlos Romero elevó a Morales a un estatus de Mesías. Para Montaño, el expresidente y sus allegados no volverán al poder porque, según su versión, no creen en Dios

Después de que el exministro Carlos Romero considerara que el expresidente Evo Morales tiene un “liderazgo mesiánico” y que irradia una energía; el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, afirmó este viernes que sólo algunas exautoridades y exdirigentes le hacen creer al exmandatario que es un Dios.

“Los exministros, los exalcaldes, los exdirigentes, lo endiosan al compañero Evo y le hacen creer Dios. (Pero) no, compañero Evo, no eres Dios, te lo dice un humano, uno que verdaderamente se arrodilla ante el Tata Dios y ora todos los días”, dijo Montaño en una conferencia de prensa.

“Estás obrando mal y estos señores, como Carlos Romero, que te hacen creer Dios, te están haciendo cometer el error, (pero) vos no vas a poder subsanar, no eres Dios, tienes errores como cualquier otro ser humano y tienes que pedir perdón a la población boliviana por tanto sufrimiento que hiciste”, continuó la autoridad gubernamental.

El ministro consideró que algunas exautoridades endiosan a Morales sólo con el objetivo de volver a ocupar cargos en la administración del país.

“Estos señores que te rodean, como el compañero Carlos Romero, creen que por decirte cosas lindas a tu oído van a volver como ministros o como viceministros, (pero) no van a volver, te lo digo el día de hoy compañero Evo, no van a volver porque ustedes no creen en Dios, ustedes creen que ustedes son los dioses, entonces tengan más humildad, respeten a nuestro creador”, puntualizó.

Mientras, el senador Felix Ajpi calificó de “ideas tontas” los dichos del exministro Romero y aseguró que con ese tipo de versiones se está destruyendo más al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido gobernante que está fraccionado entre evistas y arcistas.​​

FUENTE: EL DEBER