Las vidas cruzadas de Nico Williams y Lamine Yamal, los hijos de inmigrantes que llevaron a España a lo más alto de Europa
Uno fue el MVP de la final; el otro, el mejor del torneo.
Williams y Yamal coincidieron en el primer gol, el que abrió el cerrojo inglés que terminó facturando el del Bilbao.
El DT De la Fuente los ensambló en un esquema que mezcla juventud con experiencia y los hizo brillar.
La copa está en manos de Alvaro Morata, el gran capitán, pero el gol de la victoria fue facturado por su reemplazante, Mikel Oyarzabal. Detrás, surge otro referente, Dani Carvajal, que podrá estar lejos de los flashes que apuntan a las figuras, pero ganó todo lo que disputó en esta temporada, vestido de blanco y también de rojo. Está la vieja guardia, claro. También, la sangre joven, hijos de inmigrantes que dejaron su huella en la tierra que los abrazó cuando sus padres llegaron de África. Uno fue el MVP de la final; el otro, el mejor del torneo. De Nico Williams y Lamine Yamal se trata, jóvenes, talentosos y hombres clave en la conquista de España.
Aunque el pibe del Barcelona todavía no llegó a la adultez, porque recién cumplió 17 años el sábado, ya tiene la cédula de campeón con la Selección Mayor. Su amigo, aquel con el que comparte divertidos videos de tiktok, celebró sus 22 el último viernes. Cancerianos, morenos, rápidos y encaradores, Williams y Yamal coincidieron en el primer gol, el que abrió el cerrojo inglés. Fue una gran jugada colectiva, en la que participaron Fabián Ruiz, Carvajal y Dani Olmo, pero los últimos dos toques fueron de ellos. La asistencia de la joya que bendijo Lionel Messi y la definición del atacante que viste la camiseta del Athletic de Bilbao.
Las historias de los dos extremos españoles parecen escritas por el mismo guionista. Sus padres huyeron de África buscando una mejor vida. María, la mamá de Nico, estaba embarazada de Iñaki, hermano mayor y también futbolista, cuando se tomaron de la mano de Félix y cruzaron descalzos el desierto del Sahara para abandonar Ghana. Llegaron a Melilla y pidieron asilo como refugiados de guerra, por eso dijeron que venían de Liberia.
Mounir Nasraoui nació en Marruecos y Sheila Ebana en Guinea Ecuatorial. Eligieron Rocafonda, el barrio multicultural de Barcelona para la crianza de su hijo Lamine. A los 7 años, después de romperla en las canchitas de cemento, el padre lo llevó a la puerta del Camp Nou. “Sabía que iba a ser una estrella”, contó en la previa de la final de la Eurocopa, orgulloso de su criatura.
Los chicos son parte de un engranaje bien trabajado por Luis De La Fuente, un técnico que los cobijó dentro de un equipo que desde el 28 de marzo del año pasado, en la derrota (2 a 0) ante Escocia en el Hampden Park, no volvió a perder. Incluso, ganó la Nations League.
De La Fuente supo darle protagonismo a los jóvenes porque es un entrenador que tiene pasado en las categoría juveniles. Un maestro, claro. Con Unai Simón, Rodri y Merino (marcó el gol de la victoria ante Alemania) ganó la Euro Sub 19 en 2015.
Grimaldo, Remiro o Ferran Torres también fueron parte de su proyecto y Oyarzabal, Dani Olmo y Fabián Ruiz representaron a la Sub 21, también con este entrenador de 63 años, que hace más de una década está trabajando en las fuerzas básicas de la Selección ibérica. Hasta que la salida de Luis Enrique tras el decepcionante Mundial de Qatar le dio la posibilidad que estaba esperando.
FUENTE: CLARIN