Santa Cruz:
La temperatura llegó a 42 grados y en 14 años se perdió 7 millones de hectáreas de bosques
Las altas temperaturas registradas durante tres días seguidos y la pérdida del 22% de los bosques en los últimos 40 años son problemáticas que afectan al departamento. Para el 2060, la temperatura puede llegar a un punto “sin retorno”
El calentamiento global y la deforestación siguen golpeando a Santa Cruz. La temperatura alcanzó esta semana 42 grados centígrados en un momento en el que 22% de los bosques que existían hasta la década del 80 desaparecieron.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) precisó ayer que ese récord se registró el domingo 22 de octubre en la Chiquitania y es superior a los 38 grados que se tenía en 2004.
El director general del Senamhi, Hugo Mamani, señaló que Santa Cruz no fue el único departamento afectado por la ola de calor y que alcanzó cifras históricas. Por ejemplo, en San Borja, en el departamento de Beni, el 19 de octubre hubo 42 grados centígrados superando los 40 grados de 1963.
Estos registros concuerdan con la investigación Cambio Climático en Santa Cruz: Nexos entre el clima, agricultura y deforestación (2023), realizada por la Fundación Tierra. En las conclusiones se indica que el calentamiento “es más severo en la parte central y en el este” del departamento cruceño.
“Mientras que en la zona núcleo la temperatura aumentó en 0,9 °C, en la zona de expansión llegó al 1,2 °C. Existe una diferencia de 0,3 °C entre ambas zonas”, señala el estudio basado en una observación comparativa de 40 años.
La diferencia de las temperarutas se produce debido al ecosistema de la zona central del departamento, influenciada por la geografía del Amboró, mientras que la Chiquitania, donde la temperatura subió más, es “más frágil y más vulnerable ante los cambios agresivos en el uso del suelo”.
La investigación también señaló que los días de calor extremo, con temperaturas superiores a los 40 grados como las registradas en los últimos días, serán más frecuentes en el curso de los próximos años, si es que no se asumen medidas de manera oportuna.
“Para el año 2060, Santa Cruz tendrá entre 14 a 29 días por año con temperaturas máximas por encima de 40 grados centígrados, lo que representa un cambio de gran magnitud comparado con los tres días actuales. El salto de tres a 14 días o de tres a 29 días por año no tiene antecedentes históricos y representa una ruptura de tipo estructural con respecto a los patrones de cambio lento registrados en los últimos 40 años, entre 1981 y 2020”, señala el reporte.
En lo que respecta a la pérdida de hectáreas, más de 7,5 millones han sido afectadas en los últimos 40 años. Eso sin contar las que se destruyeron en los últimos meses.
“La deforestación tiene una estrecha correspondencia en tiempo y espacio con la expansión de la agricultura mecanizada. La expansión de las tierras cultivadas trajo consigo un mayor grado de deforestación en las zonas ya intervenidas y su expansión acelerada hacia territorios con o sin baja vocación agrícola”, señaló el informe. La deforestación creció a un ritmo mayor respecto a las tierras cultivadas: 232.000 hectáreas anuales frente a 97.000 hectáreas, como promedio de los últimos cinco años, entre 2018 y 2022.
El investigador de la Fundación Tierra Gonzalo Colque observó que en 2023 se registraron tres días consecutivos de calor extremo: domingo 22, lunes 23 y martes 24. Además, agregó que las proyecciones que se tienen, con 29 días de calor, podrían agravar la situación en la región cruceña.
Con respecto a la deforestación, Colque dijo que la misma sigue creciendo y lo preocupante es que gran parte se la hace con autorización de desmonte de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT).
Por su parte, el abogado constitucionalista José Luis Santistevan expresó que la premisa del “medio ambiente saludable y protegido” está establecida en la Constitución Política del Estado de Bolivia (CPE) y en varias leyes, pero lamentó que eso sea insuficiente para que se puede aplicar.
Santistevan también señaló que en la última década se han aprobado leyes que permiten y legalizan la deforestación, el chaqueo y las quemas descontroladas, lo que constituye delitos ambientales, como por ejemplo la Ley 337 de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques, “que otorga amnistía por desmontes ilegales”.
La ABT activó esta semana varios procesos, pero no existen sanciones por el desmedido desmonte y chaqueos en el país.