La revolución del cuidado transforma América Latina con enfoque en igualdad de género

La revolución del cuidado en América Latina avanza como una respuesta urgente a la desigualdad de género. Mujeres que antes realizaban cuidados invisibles ahora son reconocidas por gobiernos y políticas públicas, cambiando el paradigma del desarrollo social y económico.
¿Qué es la revolución del cuidado y por qué es clave para América Latina?
El trabajo de cuidados no remunerado, mayoritariamente realizado por mujeres, representa 12.500 millones de horas diarias a nivel global. Esta labor incluye el cuidado de niños, enfermos y adultos mayores, y ha sido históricamente invisibilizada. La revolución del cuidado busca que se reconozca como un trabajo esencial para el funcionamiento de las sociedades.
ONU Mujeres impulsa el cambio en políticas públicas
Según María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres, esta revolución exige que el trabajo de cuidados sea visibilizado, valorizado e invertido por los Estados. El Foro Político de Alto Nivel en la ONU reafirmó que la igualdad de género, aún rezagada, es vital para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Casos exitosos en América Latina: Chile, Brasil, México y Perú
Chile:
El sistema nacional de cuidados cubre 151 municipios y planea llegar a 75.000 personas. ONU Mujeres colabora para que las políticas respondan a las verdaderas necesidades de las personas cuidadoras.
Brasil:
Iniciativas locales han capacitado a cuidadoras en derechos laborales y liderazgo. Activistas como Lucileide Mafra Reis aseguran que ahora se sienten con voz para participar en decisiones públicas.
México y Perú:
Ambos países han reconocido el cuidado como un derecho humano. Esto implica obligaciones estatales para apoyar a quienes cuidan, garantizando acceso, dignidad y seguridad económica.
El impacto económico de invertir en cuidados
Invertir en sistemas de cuidados no solo garantiza derechos, sino que también impulsa la economía. En Chile y Colombia, estas políticas contribuyen con el 25,6% y el 19,6% del PIB nacional, respectivamente. María Noel Vaeza afirma que el cuidado es una inversión estratégica para lograr justicia social y desarrollo sostenible.
Autonomía económica y lucha contra la violencia de género
Organizaciones como Mamá Godín en México destacan que las políticas de cuidado son clave para la autonomía de las mujeres. Permiten que generen ingresos, salgan de relaciones abusivas y ejerzan sus derechos en libertad.
La revolución del cuidado como modelo global
América Latina lidera una transformación que puede ser replicada globalmente. Reconocer el cuidado como una inversión, y no como un gasto, es clave para construir sociedades más justas y equitativas.
Conclusión: cuidar también es construir futuro
La revolución del cuidado no solo pone en el centro a las personas, sino también a los valores de equidad, justicia y humanidad. A medida que más países lo adopten, el impacto será global, profundo y duradero.
FUENTE: ONUNEWS