Israel-Palestina: La ONU pide a Israel rescindir la orden de evacuar en Gaza
En medio de los continuos bombardeos, Israel ordenó esta madrugada a la población del norte de la Franja de Gaza que abandone ese territorio en un plazo de 24 horas “por su seguridad y protección”, una medida que tendría consecuencias humanitarias devastadoras, advirtió la ONU.
El equipo de la ONU en Palestina pidió este viernes al gobierno israelí que rescinda la disposición de traslado inmediato al sur de Gaza para toda la población y las agencias de las Naciones Unidas sin ofrecerles ninguna garantía para su seguridad o su regreso.
“Los civiles palestinos, incluidos mujeres y niños, están aterrorizados, heridos y traumatizados. Esto provocará una tragedia humanitaria que puede y debe evitarse”, puntualizó la ONU en Palestina.
El equipo cifró en 1800 los palestinos muertos hasta el momento a causa de los ataques aéreos israelíes, y dio cuenta de la destrucción de infraestructura y un asedio total que ha privado a los civiles de electricidad, alimentos, combustible y agua potable.
Los traslados forzosos de población constituyen un crimen contra la humanidad, relatora derechos humanos Paula Gaviria Betancur.
“Las guerras tienen reglas y los civiles deben ser protegidos en todo momento. Según el derecho internacional, Israel debe tomar medidas de precaución en futuros ataques para limitar el daño a civiles y bienes de carácter civil”, recalcó el sistema de la ONU en Palestina.
En Nueva York, el portavoz de la Organización anunció que antes de la medianoche del jueves los representantes de la Organización en Gaza fueron informados por sus oficiales de enlace con el ejército israelí que todos los habitantes del norte de Gaza deberían trasladarse al sur de la Franja.
Stephane Dujarric precisó que esto implica el desplazamiento de 1,1 millones de personas, incluido el personal de la ONU y los refugiados en sus escuelas, centros de salud, clínicas y otras instalaciones.
“Un millón de personas no pueden huir en un día: muchas ya eran desplazadas o no tienen vehículos para transportarse, y no pueden moverse mientras continúan los bombardeos”, declaró el equipo en Palestina.
Tras declarar que es imposible un movimiento de esa escala sin efectos humanitarios catastróficos, Dujarric pidió a Israel que rescinda la orden.
Los trabajadores socorro de la ONU aunaron su voz a Dujarric, solicitando que se revierta la ordenanza y expresaron gran preocupación por el empeoramiento de una crisis de por sí aguda que significaría tal movimiento.
Tarik Jasarevic, portavoz de esa agencia, dijo este viernes en conferencia de prensa en Ginebra que sería “imposible evacuar a los pacientes vulnerables de los hospitales del norte de Gaza”.
Agregó que en los nosocomios hay heridos graves y recién nacidos que dependen de soporte vital y que pedirle a los trabajadores sanitarios que los trasladen “es más que cruel”.
Jasarvic también señaló que el sistema de salud de Gaza está “al límite” con los dos principales hospitales en el norte del territorio desbordados. “Seis de los siete hospitales más importantes de Gaza sólo funcionan parcialmente”, en tanto que los cadáveres se “apilan” porque falta de espacio en las morgues, y las ambulancias y los doctores enfrentan situaciones horribles en las que deben decidir a quién salvar y a quién no, abundó.
El equipo de la ONU en Palestina se pronunció en la misma línea, insistiendo en que los desplazamientos masivos ponen en peligro inminente la vida de los enfermos y heridos y pueden provocar un desastre de salud pública “en un momento en que el sistema sanitario está por colapsar”. Los hospitales del sur de la Franja de Gaza están al límite de su capacidad y no pueden aceptar nuevos pacientes, reportó.
La OMS reportó desde el estallido de violencia hasta el jueves, 34 ataques a las instalaciones y bienes de sanidad en Gaza, en los que murieron once trabajadores sanitarios en servicio. El Centro de Operaciones de Emergencia de Gaza, apoyado por la OMS, sufrió grandes daños.
Informó, además, que un ataque de Hamás a un sanatorio en Israel el fin de semana pasado causó la muerte de un paramédico.
Miseria sin precedentes
El clamor general de los trabajadores y organismos humanitarios es salvar las vidas civiles. El director de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, aseveró que la orden de evacuación “sólo conducirá a niveles de miseria sin precedentes y empujará aún más al abismo a la población de Gaza”.
Hasta el momento, los datos de la UNRWA, que fue fundada en 1949, revelan que más de 423.000 personas se han desplazado en Gaza huyendo de los bombardeos, 270.000 de ellas se refugian en recintos de la Agencia, que ha reubicado su principal centro de operaciones y a su personal internacional en el sur del enclave con el objetivo de garantizar la asistencia humanitaria.
No obstante las calamitosas circunstancias, el equipo de la ONU en Palestina refrendó su decisión de seguir apoyando a la población de Gaza.
“El acceso humanitario debe concederse de forma inmediata e incondicional: permítannos entregar la ayuda que se precisa”, solicitaron las agencias en el terreno.
La Oficina para Asuntos Humanitarios (OCHA) también percibió como imposible la reubicación, preguntando cómo se puede hacer en medio de una zona de guerra donde la gente ya está en una situación extrema.
Jens Laerke, portavoz de OCHA, por otra parte, aludió al sitio total de Gaza y reiteró la urgencia de que se permita el acceso de suministros humanitarios, cuyas existencias están a punto de agotarse.
Las guerras tienen reglas y los civiles deben ser protegidos en todo momento.
Añadió que la escalada de violencia ha colocado a los civiles en una situación en la que nunca deberían estar. “La prioridad más inminente es reducir la escalada”, recalcó Laerke.
La ONU solicitó ayer a los donantes internacionales 294 millones de dólares para atender las necesidades más apremiantes de 1,26 millones de personas en Gaza y la Cisjordania ocupada.
El Fondo para la Infancia (UNICEF) recordó que Gaza es uno de los puntos más densamente poblados del mundo y que la gente no tiene a dónde ir para encontrar seguridad, además de que ya sufre una crisis humanitaria “letal”. “La compasión y el derecho internacional deberían prevalecer en medio de tan terrible situación”, enfatizó su portavoz, James Elder.
“Las escuelas de la UNRWA son más seguras. Escapamos de los bombardeos. Por la noche no podíamos dormir por los continuos bombardeos. Era muy muy aterrador”, contó a UNICEF, Issa, un niño de nueve años. “Empezó la guerra y nuestra casa fue destruida. Huimos a una escuela de la UNRWA. No hay suficiente agua limpia, ni comida, ni baños”, añadía, Haya, también de nueve años.
No al discurso de odio
Con respecto a las reacciones que ha suscitado en el mundo este recrudecimiento de la violencia de un conflicto añejo, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, lamentó que en muchos países proliferen “los discursos de incitación al odio islamófobos y antisemitas”.
“Este es un momento para que la comunidad internacional se una en solidaridad y abogue por la protección de todos los civiles en todas partes y circunstancias”, enfatizó al portavoz de Türk, Ravina Shamdasani ante la prensa en Ginebra, llamando a los líderes a frenar las instigaciones a la violencia y el odio.
Crimen contra la humanidad
Tras conocerse la orden israelí, la relatora especial* sobre los derechos humanos de los desplazados internos, aseguró que "los traslados forzosos de población constituyen un crimen contra la humanidad y recordó que “el derecho internacional humanitario prohíbe los castigos colectivos".
"Estamos horrorizados ante la perspectiva de que un millón más de palestinos se sumen a las más de 423.000 personas que ya han tenido que abandonar sus hogares por la fuerza a causa de la violencia de la semana pasada”, dijo Paula Gaviria Betancur.
"Es inconcebible que más de la mitad de la población de Gaza pueda atravesar una zona de guerra activa, sin que se produzcan consecuencias humanitarias devastadoras, sobre todo mientras se ven privados de suministros esenciales y servicios básicos", indicó.
Gaviria Betancur recordó que el sistema humanitario de Gaza se encuentra ya en un punto de ruptura: “La infraestructura de Gaza ha sido devastada por bombardeos indiscriminados desde el aire, la tierra y el mar, y los desplazados actuales no tienen adónde ir".
Por ello, advirtió que "triplicar la población desplazada de la noche a la mañana diezmará y alterará permanentemente a la población civil de Gaza".
La relatora especial afirmó que los actores humanitarios en Gaza se enfrentan a un aumento abrumador de las necesidades en un contexto de ataques contra instalaciones y personal sanitario, amenazas contra los trabajadores humanitarios y un asedio draconiano que ha cortado el acceso al agua, el combustible, los medicamentos, la electricidad, las comunicaciones y los suministros humanitarios esenciales.
El cumplimiento de la ley internacional es obligatorio
“Quisiera recordar a Israel que la observancia del derecho internacional es obligatoria, no opcional, durante cualquier conflicto", declaró la experta.
"A tal fin, hago un llamamiento para que se respete estrictamente el derecho internacional humanitario y sus disposiciones, incluido el acceso humanitario sin restricciones a quienes lo necesiten, el cese de los ataques indiscriminados contra civiles y el fin del desplazamiento forzoso de poblaciones y del bloqueo", añadió.