CORONAVIRUS EN BOLIVIA

Indisciplina, sacrificio y contención de muertes: un mes de cuarentena

Ni bien la presidenta Jeanine Añez anunció la aplicación de la cuarentena total desde las 00:00 del 22 de marzo en Bolivia para evitar contra la propagación del coronavirus, Felipa, de 60 años y comerciante ambulante, llamó al dueño de la fábrica de gomitas dulces para preguntar si podía guardar los productos por 14 días. Mientras, la mujer intentaba buscar respuesta, miles de personas tomaron las calles de la avenida Buenos Aires de La Paz. 

La escena se repitió en casi todos los mercados y centros de abasto de los nueve departamentos del país. Entre incertidumbre, miedo y especulación, los bolivianos se alistaron para vivir los días de cuarentena total. Este miércoles, Bolivia cumple un mes de la aplicación de esta medida entre el sacrificio, la indisciplina y el control vecinal. En este tiempo, el país ya superó los 600 casos positivos de Covid-19 y registra 37 decesos. 

Para el Gobierno, gracias a este tiempo de cuarentena, Bolivia es el país con menos muertos por coronavirus en comparación con otras naciones de la región, además la tasa de letalidad del Covid-19 descendió en las últimas semanas, el domingo registró casi 6%. 

Con más de 600 casos de coronavirus, el Gobierno indicó  que el crecimiento de contagios está controlado. Virgilio Prieto, jefe nacional de la Unidad de Epidemiología del ministerio de Salud, aseguró que gracias a la cuarentena el país aún no registró “una curva ascendente explosiva” como estaba proyectado o como ocurrió en otros países.

 ¿Todos cumplen la cuarentena? 

Para el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, más de 90% de la  gente  cumple la cuarentena y las medidas de prevención del coronavirus. Pero –según la autoridad- hay un 6% de personas irresponsables que pongan en riesgo la salud de todo el país. 

Arias explicó que según estadísticas internacionales, Bolivia es uno de los países que mejor cumple con las normativas de cuarentena y aislamiento social para evitar la propagación del Covid-19.  Añadió  que este 6% de la población sigue incumpliendo las leyes, sale a las calles y se reúne incluso para jugar partidos de fútbol o tomar bebidas alcohólicas. “Cree que puede pasarse por encima las normas”,  dijo enojado.

La indisciplina de varios ciudadanos también causó el enojo de otros ministros. “O cumplimos la cuarentena o nos vamos al tacho. No es chiste este tema”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Wilfredo Rojo, horas antes del encapsulamiento de Montero y la militarización de la ciudad de Santa Cruz.

Con el mismo tono, el ministro de Defensa, Fernando López, dijo que el comportamiento de la gente en Santa Cruz  es “un desastre”, “una vergüenza”. “Santa Cruz es una fiesta, un desastre. Por más que haya esfuerzo de las autoridades locales como la Gobernación y Alcaldía no puede ser que en estos momentos, en que los números (de contagio) están en franco crecimiento (las personas) sean irresponsables”, añadió. 

Este comportamiento provocó el encapsulamiento de las poblaciones más golpeadas por el coronavirus, tal es el caso de Montero. En la actualidad, más 30 municipios del país se autoasilaron para evitar contagios del Covid-19. Y en la mira está El Alto, donde hay más de 40 casos de Covid-19 y  en varios sectores los vecinos incumplen la cuarentena. 

Ollas de “solidaridad”

En estos 30 días, para muchas personas,  la cuarentena fue menos grata, se hizo eterna. En varias cuadras del Plan 3.000 de la ciudad de Santa Cruz, los vecinos prepararon  ollas comunes para que nadie se quede sin comer. En La Paz y Cochabamba, pobladores se organizaron para repartir café y comida a los soldados y policías que desde el comienzo de la emergencia salieron a las calles para controlar a los infractores.

En algunas zonas de la urbe paceña, los vecinos instalaron mesas para donar alimentos a los más necesitados. Los ciudadanos también se encargaron del control social que va desde lavar las aceras hasta denunciar a los infractores. 

En este mes, la precaria situación del sistema de salud también se evidenció en  denuncias por falta de insumos de bioseguridad para los médicos y enfermeras. Según el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Cleto Cáceres,   en estos días de cuarentena, la situación del sector no mejoró y aún hay carencias. 

Para varios ciudadanos, los días aislamiento son inciertos. Felipa dijo que con el bono podrá pasar los próximos días, pero tiene una gran inquietud porque no sabe cómo será el  después del encierro.