Gabriel Boric, de líder estudiantil a presidente milenial de Chile
El ultraizquierdista gana las elecciones del país sudamericano con el 55,8 por ciento de los votos, frente al 44,1 del candidato de ultraderecha José Antonio Kast
Definitivamente, Gabriel Boric era un candidato improbable. A comienzo de año ni siquiera tenía la edad para poder postular a la Presidencia de Chile porque recién cumplió los 35 años en febrero. También era improbable porque el candidato de izquierda que encabezaba las encuestas era el comunista Daniel Jadue a quien derrotó por más de 400.000 votos en las primarias presidenciales.
Ya en el pasado había derrotado a otra comunista, la actual diputada Camila Vallejos, a quien le arrebató la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, cuando era estudiante de derecho. En 2009 se hizo conocido por encabezar un paro de 44 días para derrocar al decano, cuestión que logró. Sin embargo, su paso por esa escuela no se coronó con un éxito: no tiene aún el título profesional porque fue reprobado en el examen de grado.
En 2011 encabezó junto a otros dirigentes universitarios las protestas contra el primer gobierno de Sebastián Piñera y en 2014 irrumpió con ellos en el Congreso al elegirse como diputado por Magallanes. Él ha reconocido que su único trabajo ha sido ser ayudante de cátedra en la citada escuela, pues efectivamente saltó de las aulas a la política.
Soltero, está en una relación de pareja desde hace dos años con Irina Karamanos, una científica social con estudios en educación, antropología, gestión cultural y formación ciudadana, también oriunda como él de la región más austral de Chile, Magallanes. Ella ha sido un gran apoyo en los momentos en que la salud de Boric se ha visto afectada. En octubre reveló en Twitter que se habían «internado voluntariamente» para tratar un Trastorno Obsesivo Compulsivo, TOC, enfermedad que definió como de «pensamientos sumamente invasivos, que obligan a realizar determinadas acciones repetitivas contra las cuales es difícil luchar».
«El TOC no es sencillamente ser ordenado, muy preocupado por la limpieza o la caricatura que últimamente han hecho algunas películas. Es una batalla permanente con la mente, que puede afectar la vida cotidiana y que es muy desgastante. Afortunadamente también tiene solución», explicó en su publicación.
Arrepentimientos
Gabriel Boric pasó su niñez y adolescencia en la fría ciudad de Punta Arenas, lugar en que sus profesores del colegio particular pagado 'The British School' lo recuerdan como gran lector de poesía, filosofía, historia y política.
Durante la campaña, José Antonio Kast le echó en cara una serie de intervenciones en el pasado de las cuales dice hoy arrepentirse como cuando reivindicó «el legado» del grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez o celebró una camiseta que le regalaron donde aparecía el rostro de un senador de derecha baleado y que fue asesinado en 1991, al inicio de la democracia. Sobre ellas afirmó en la campaña que fueron un «error» y pidió perdón.
También, en su trayectoria legislativa, ha debido arrepentirse de votaciones polémicas que sus partidarios le han echado en cara como dar su apoyo para que se dictara la denominada ley antibarricadas que sanciona a los encapuchados que protestas, entre otros.
Fuente: ABC