Es la pepita de oro más grande del mundo: pesa como un hombre adulto
En pleno siglo XXI, todavía nos sorprendemos por los hallazgos masivos que se produjeron en el pasado. Aunque hoy en día tenemos la vista puesta en asteroides valorados en billones de euros, todavía encontramos los diamantes más caros del mundo, pero desde el siglo XIX no hemos encontrado una pieza más grande en oro que el Welcome Stranger, una pepita de cerca de 72 kilogramos.
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Un hallazgo sorprendente en el siglo XIX
El descubrimiento de la pepita conocida como Welcome Stranger es uno de los momentos más curiosos en la historia de la búsqueda de oro. Encontrada el 5 de febrero de 1869 por John Deason y Richard Oats en Victoria, Australia, esta pepita es la más grande registrada hasta la fecha, con un peso de 72 kilogramos y una longitud de 61 centímetros según cuenta la BBC.
Su tamaño ciclópeo hizo que no cupiera en la balanza para su pesaje completo, necesitando ser fragmentada antes de su documentación fotográfica. Aunque su valor era inmenso, los que participaron en el descubrimiento recibieron menos de 10.000 libras esterlinas de la época por ella, una cifra modesta en comparación con su valor estimado actual de alrededor de 2.34 millones de euros.
El hecho de que se perdiera para siempre sin documentarse de manera visual es una desgracia. Pero con el paso de los años se han ido creando réplicas para adaptarse a las condiciones de cómo habría sido. Afortunadamente, sí que se documentaron sus medidas y su peso.
Esta es una réplica para tratar de demostrar cómo habría sido la mayor pepita de oro de la historia
Otras pepitas gigantescas
Mientras la Welcome Stranger ya no existe en su forma original, siendo fundida en lingotes de oro, la "Pepita Canaa" ostenta el título de la pepita de oro más grande que todavía se puede admirar tal y como señalan en IFL Sciencie. Descubierta en Brasil en 1983, se trata de una veta increíblemente pesada de ni más ni menos que 60 kilogramos y se encuentra en exhibición en el Museo de Valores del Banco Central en Brasilia. Algo de agradecer, ya que la conservación de estos hitos suele ser casi imposible, sobre todo si tenemos en cuenta que son metales pensados para transformarse en lingotes.
Por su parte, la pepita "Hand of Faith" también tiene un papel muy interesante en el trasfondo de esta historia, siendo la mayor pepita encontrada con detector de metales por Kevin Hillier en Australia en 1980, con un peso de 875 onzas troy (aproximadamente 27.2 kilogramos). Este descubrimiento fue vendido por más de 1.17 millones de euros y hoy sirve como decoración para un ostentoso casino Las Vegas.
La medida de las onzas troy, equivalentes a 31.1 gramos, continúa siendo el estándar para pesar metales preciosos, de tal manera que queda de relieve que es un tipo de metal único y noble y se distingue hasta en su medición del resto.