El precio de la carne se dispara en Tarija mientras el consumo colapsa por la crisis

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El precio de la carne de res en Tarija continúa en ascenso y ha comenzado a escasear, generando preocupación entre comerciantes y consumidores. Así lo informó Omar Figueroa, dirigente de los carniceros del Mercado Central, quien alertó sobre una reducción significativa en la oferta y una caída drástica en la demanda.

Actualmente, el kilo de carne blanda se comercializa entre Bs 70 y Bs 80, cuando la semana pasada se encontraba entre Bs 62 y Bs 65. La carne molida subió a Bs 52 y el puchero a Bs 30, lo que representa un incremento sostenido en un corto periodo. "El kilo gancho, que antes costaba Bs 17, ahora está en Bs 42", detalló Figueroa, atribuyendo la subida a la escasez de ganado vacuno en la región.

Según el dirigente, esta situación se agrava por la falta de control estatal sobre la salida de reses hacia otras regiones del país, especialmente hacia el norte, donde la demanda se mantiene alta y los precios son más atractivos para los productores. La migración del ganado fuera del departamento estaría reduciendo significativamente la oferta local, provocando un efecto inflacionario en el mercado tarijeño.

La consecuencia inmediata ha sido una drástica caída en el consumo interno. “La venta de carne ha disminuido en un 70% en lo que va del año. Antes, los clientes compraban uno o dos kilos; ahora, la mayoría apenas se lleva un cuarto o medio kilo. La crisis económica está obligando a muchas familias a cambiar sus hábitos alimenticios”, señaló Figueroa, mencionando que los consumidores optan cada vez más por alternativas más económicas como pollo, pescado o huevo.

Tarija, reconocida históricamente por tener uno de los más altos consumos per cápita de carne de res del país y por su mercado exigente en calidad cárnica, enfrenta un cambio estructural en sus patrones de consumo debido al impacto de la crisis nacional. La inflación, el desempleo y la incertidumbre económica están debilitando el poder adquisitivo de los hogares tarijeños.

Figueroa advirtió que, si no se implementan medidas de regulación y abastecimiento, la situación podría agravarse en las próximas semanas. “No se trata solo de precios elevados, sino de un problema estructural de abastecimiento. El pueblo está pagando las consecuencias de un sistema desorganizado y sin control efectivo”, afirmó.

Los comerciantes esperan que las autoridades regionales y nacionales tomen cartas en el asunto para garantizar el suministro de carne a precios accesibles, proteger al consumidor y evitar una crisis alimentaria en el sur del país.