El 'boom' de aplicaciones de edición fotográfica con IA escalan la presión estética: "No soporto subir fotos sin editar"

El auge de aplicaciones de edición fotográfica con inteligencia artificial (IA) está transformando la manera en que los jóvenes muestran su imagen en redes sociales. Lo que comenzó como una herramienta para mejorar fotos ahora se ha convertido en una tendencia que incrementa la presión estética y afecta la autoestima, especialmente en adolescentes.
Jóvenes y la búsqueda de la "foto perfecta"
En playas, fiestas y reuniones sociales, la escena se repite: los jóvenes ya no suben fotos sin editar. Con solo unos clics, reducen cintura, aumentan curvas, estilizan el rostro o incluso añaden abdominales. Esta práctica, cada vez más extendida, genera comparaciones constantes entre la imagen real y la editada, lo que alimenta inseguridades.
Expertos advierten riesgos para la salud mental
Según Jaime Gutiérrez, del Colegio Oficial de Psicólogos (COP), este fenómeno puede derivar en problemas de autopercepción e incluso en dismorfia corporal. La diferencia entre lo que los jóvenes ven en redes y su reflejo en el espejo provoca frustración y rechazo hacia su propio cuerpo.
El círculo vicioso de los "likes"
El éxito de estas aplicaciones no solo depende de los usuarios, sino también de la validación social. Las fotos retocadas suelen recibir más "me gusta", lo que refuerza la necesidad de editarlas. Este ciclo convierte el uso de apps de edición con IA en un hábito casi obligatorio para sentirse aceptado en el entorno digital.
¿Una tendencia sin freno?
Los especialistas coinciden en que el impacto de estas herramientas no es pasajero. La presión estética se expande a todas las edades y perfiles, y la naturalidad queda relegada frente a la versión digitalmente mejorada de uno mismo. La popularidad de estas aplicaciones plantea un desafío para la salud mental y la educación digital de las nuevas generaciones.
FUENTE: EL PERIODICO