El Barça pone un pie en cuartos de Champions tras resistir con uno menos el asedio del Benfica

Raphinha celebra su gol ante el BenficaAFP7 vía Europa Press

Épica victoria del Barça en la ida de octavos de final de la Champions League ante el Benfica (0-1). Los de Hansi Flick, con uno menos desde el minuto 22 tras la expulsión de Pau Cubarsí, resistieron las incesantes acometidas del cuadro portugués gracias a un inmenso Szczesny, que realizó su partido como culé. De nuevo, el héroe fue Raphinha, que aprovechó una de las únicas oportunidades de los visitantes anotando el gol de la victoria desde fuera del área y con un afortunado rebote. 

El último precedente entre lusos y catalanes –la tremenda remontada culé para ganar 4-5 en Lisboa en la fase de liga de esta Champions– hacía presagiar un partido con muchos goles. Pudo haberlo sido, pero se quedó solo en las ocasiones, con el subcampeón portugués avisando primero a los 20 segundos de partido con un remate cruzado de Aktürkoğlu que Szczesny sacó con la punta de los dedos.

La intentona no alteró ni el ánimo ni el plan blaugrana, que respondió con un disparo de Dani Olmo desde fuera del área, pero sí inició un duelo de ida y vuelta en el que todo podía pasar. Pero el fútbol es para los valientes: el Benfica se fue arriba, apostando por una presión alta muy efectiva y un juego directo que el Barça intentó frenar controlando la posesión y combinando. Eso no quiere decir que los culés no buscasen el gol, sino todo lo contrario: estuvo a punto de abrir la lata en una triple ocasión en el 12’, en la que Turbin se lució con tres paradones a Dani Olmo, tras el centro de Raphinha, Lewandowski, a bocajarro casi a puerta vacía, y a Lamine Yamal, desde el suelo. Una oportunidad de esas de las que esperas no tener que acordarte luego.

Aunque estuvo cerca de pasarle al Barça: a los dos minutos, Szczesny tuvo que aparecer con un paradón para salvar a su equipo, y casi en la siguiente, Pavlidis remató a la grada al pisar área.

Hasta ahí llegó el once contra once en el estadio Da Luz. Cubarsí se precipitó al ver a Pavlidis alcanzar la medialuna del área para plantarse solo en el mano a mano y se fue al suelo, llevándose por delante, sin tocar balón, al griego, lo que le valió la roja directa. En la falta directa pudo adelantarse el cuadro luso, pero se estiró Szczesny para sacar el lanzamiento abierto de Kökçu.

Con un central menos y un rival en constante amenaza, y con una hora de partido por delante, Flick rearmó su defensa sacando a Dani Olmo y metiendo a Araujo. Acertó el alemán, porque el Barça no dio la sensación de estar con uno menos y resistió a un Benfica que en los siguientes 10 minutos perdió fuelle. Para fortuna culé y desesperación lusa, el partido estuvo detenido varios minutos por el lanzamiento de fuegos artificiales de la afición del Benfica, lo que terminó de romper el ritmo de Las Águilas.

De hecho, el conjunto portugués no volvió a tener una ocasión clara hasta el minuto 42, cuando Szczesny se hizo gigante para, con unos reflejos felinos, sacar un cabezazo de Aktürkoğlu casi en el área pequeña. Aun así, la última de la primera parte fue culé, con un tacón mágico de Pedri y un centro al área de Raphinha al que no llegó Lamine Yamal. Sin goles, todo quedaba a la segunda mitad.Como en la primera, el Benfica empezó mejor: Pavlidis rozó el gol con dos clarísimas, pero estaba negado de cara a puerta. Tampoco acertó Aursnes desde la frontal.

Y como no aprovechó la superioridad ni las múltiples ocasiones el Benfica, lo pagó caro cuando Raphinha –otra vez héroe en Lisboa– se iluminó. El brasileño le pegó con todo desde fuera del área y el balón, después de tocar en António Silva, fue para dentro ajustado a la cepa del palo.

Asedió entonces el Benfica, pero su falta de puntería y el ángel de Szczesny le dejaron sin premio para poner al Barça un paso más cerca de los cuartos de final.

FUENTE: 20minutos