Dos años de Milei en Argentina: fortalecido, pese al ajuste

Hace dos años, Javier Milei, del partido populista de derecha La Libertad Avanza, se estrenó como presidente de Argentina, presentando un gabinete reducido de colaboradores con más prestigio profesional que experiencia política. 

Muchos provenían del mundo de la economía, en alineación con sus principales promesas y prioridades: con una motosierra como símbolo de recortes, Milei quería resolver la crisis argentina y suplantar a "la casta". ¿Lo está logrando?

Control de la inflación, estabilización y reformas

Su acierto principal, que le permitió salir fortalecido en las recientes elecciones parlamentarias, ha sido el control de la inflación, evalúa la politóloga argentina Mariana Llanos, del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo. 

"Es un control provisorio, más que definitivo, que depende de cómo funcionan y funcionarán otras variables económicas", acota, pero que le favorecerá "mientras el presidente sepa mantenerlo".

"Ha fijado un rumbo de estabilización y reformas , y ha generado consenso social alrededor de ese rumbo, que se acaba de ratificar en las elecciones de medio término, a pesar de un ajuste duro", coincide el sociólogo argentino Marcos Novaro, profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y autor del recién lanzado libro Lo bueno, lo malo y lo feo. Dos años con Milei.

"En eso colaboró el oposicionismo bastante extremo de los kirchneristas, que apostaron al fracaso de ese rumbo", opina Novaro. Así que "el mayor logro del Gobierno es también el mayor fracaso de la oposición". 

Entre otras cosas, porque, como analiza en su libro y muestran las encuestas, muchos creen que, por más "feo" o "desprolijo, brutal y agresivo" que pueda parecer el método de Milei, resulta al mismo tiempo "adecuado" ante la gravedad de la crisis que enfrenta Argentina y la imperiosa necesidad de superarla. 

Protesta de jubilados en Buenos Aires, marzo de 2025: una anciana, hace un gesto de desaprobación a los policías antidisturbios.Protesta de jubilados en Buenos Aires, marzo de 2025: una anciana, hace un gesto de desaprobación a los policías antidisturbios.

Ajuste, acusaciones de corrupción y gobierno por decretos

Como sea, "para controlar la inflación, hubo un gran recorte del gasto público que afectó a sectores importantes de la población (universidades, jubilados, etcétera), más que a la 'casta política' que este outsider decía venir a combatir", anota Llanos en la lista de desaciertos.

En ella, el mandatario y su Ejecutivo suman también varias acusaciones de corrupción, como el escándalo de la criptomoneda $Libra, entre otros, que le valieron la apertura de una comisión de investigaciones en el Congreso.

En principio, Milei demostró poder "gobernar con una cantidad reducida de legisladores, armar coaliciones con gobernadores y manejar el gran apoyo popular que tiene", considera el politólogo argentino Luis Schenoni, del University College London (UCL). Tras las elecciones legislativas, su aprobación repuntó hasta un 48 por ciento, según encuestas de la consultora Opina Argentina.

Ha gobernado con delegación de poderes, y por decretos de necesidad y urgencia, que le permitieron avanzar con desregulaciones de la economía y ajustes en el Estado, agrega Llanos, también profesora de Instituciones Democráticas en la Universidad de Erfurt.

Entiende que esto "se debió a la situación extraordinaria de crisis económica que recibió", pero advierte que tales instrumentos no se sostendrán ni serán suficientes en la segunda mitad de su mandato.

Para Schenoni, el mayor desacierto de Milei fue "haber entrado en una especie de euforia" en la que descuidó la importancia de su asociación con el partido PRO de Mauricio Macri, su aliado en el Congreso.

"La arbitrariedad y el decisionismo pueden justificarse en momentos de crisis y de emergencia, pero no todo el tiempo", coincide Novaro, para quien el Gobierno "abusó" frecuentemente de la confrontación con el Congreso, arriesgando tiempo, oportunidades y proyectos de reforma.

Alineamiento con EE. UU.

Como otro gran acierto valora Schenoni el manejo de la política exterior, en particular el alineamiento con los EE. UU. de Donald Trump.

Se refiere, sobre todo, al salvavidas financiero ofrecido por Washington a la Argentina de Milei: "Se ha visto muy claramente el beneficio político que trajo durante las elecciones", subraya.

El reto, en este ámbito, será "endurecer la posición negociadora argentina", para conseguir un acuerdo con EE. UU. que no se reduzca a concesiones por este alineamiento político, matiza.

Y se pregunta en qué medida Milei podría usar otras negociaciones en curso, por ejemplo, con la Unión Europea, para ganar "músculo" y "alternativas estratégicas" en las relaciones con EE. UU.

Javier Milei alza el puño junto a una bandera de EE. UU.Javier Milei alza el puño junto a una bandera de EE. UU.

El reto: negociar, sin dar por descontada la popularidad

A futuro, además de la agenda fiscal, a cargo del ministro de Economía, Luis Caputo, "hay una agenda paralela", a cargo del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, recuerda Schenoni.

Este proyecto de desregulación y reducción del tamaño del Estado "continúa siendo un reto para la próxima fase", en sectores como la tecnología, la inteligencia artificial o la más tradicional minería, donde se busca fomentar mayor inversión, ilustra el politólogo del UCL. 

En la economía, y partiendo de que la estabilización macro se mantenga, se planean reformas más profundas, como la laboral y la del sistema de pensiones, "que supuestamente darán más dinámica y modernizarán la economía, y permitirán atraer inversiones", resume Llanos.

Para ello, Milei tiene el apoyo de Trump y del Tesoro estadounidense, "pero si hay más ajuste y no hay empleo, hay que ver cuánto más soportan las clases populares", advierte la politóloga del GIGA.

Para Novaro, la gran pregunta es si el Gobierno aprendió la lección y hallará "un equilibrio entre sus ambiciones reformistas y las condiciones que le impone la política" para que la estabilización de sus reformas avance.

"Si supone que va a poder excluir a los sindicatos de la negociación, tal vez lo logre negociando con algunos gobernadores, pero después la aplicación de la reforma va a ser superconflictiva", prevé el sociólogo de la UBA.

Llanos resalta también el valor de la negociación para este cierre de ciclo de Milei en Argentina: "Si mantiene alta su popularidad, es más probable que siga manteniendo el apoyo de gobenadores y legisladores afines. Esto le facilitaría gobernar en la nueva etapa, pero no es algo que puede dar por descontado, sino que tiene que saber ganarse".