Destino LN: las colonias menonitas del Gran Chaco paraguayo abren sus puertas al mundo

Siguiendo con la aventura que significó el recorrido por el Chaco Central, gracias a las gestiones de la Senatur, tuvimos el privilegio de conocer las tres grandes colonias de menonitas, Chortitzer, Neuland y Fernheim, en dicho orden, que se encuentran en una nueva fase de su historia, la de hacerse conocer.

Podemos decir que las colonias han decidido abrirse a todos los paraguayos y extranjeros, que busquen conocer de sus inicios en el suelo chaqueño, sus ideales religiosos y modelo social, así como el desarrollo industrial que han logrado conquistar para ser proveedores naturales del Paraguay y el mundo.

Hay que tener en cuenta un gran detalle, la mayoría de la población oriental solo conocíamos el Chaco por los relatos de la guerra contra los bolivianos, así como el Transchaco rally, que comenzó a correrse desde 1971 y que se trata de un suelo sumamente caluroso, seco y árido.

Pues déjenme decirles que la Región Occidental es donde se genera un alto porcentaje de cientos de productos como los cárnicos, lácteos, entre otros.

La colonia Fernheim cuenta con un museo multicultural donde se encuentran varios detalles de sus primeros encuentros con los indígenas. Foto: Diego Sanabria.

Su desarrollo ha transformado incluso al consumidor paraguayo que ha dejado en gran escala los insumos de origen argentino o brasileño. El modelo de progreso instaurado por las colonias de verdad sorprende y hasta genera envidia, ya que los mismos están basados en el respeto, trabajo y honestidad. Y no solo el respeto al semejante, sino a la naturaleza misma, a su fauna y flora, al igual que aquellos que ya habitaban dicho suelo desde mucho antes de su desembarco como los indígenas.

Los colonos menonitas llegaron a Paraguay procedentes de Alemania, la antigua Unión Soviética, Prusia y Rusia y otros países como Canadá por varias razones, entre las principales la libertad religiosa, la oportunidad de practicar sus creencias sin obstáculos, el rechazo a las armas, la búsqueda de tierras para trabajar y mantener su esencia.

En este punto es importante mencionar que las tres colonias dan mucho énfasis a sus inicios, disponen de museos llenos de historias, tanto de sus orígenes, como sus primeros años incursionando y llegando a la fase de industrialización de los productos que elaboran, así como la promoción turística.

Chortitzer y sus primeros años

La primera colonia en recorrer se sitúa en Loma Plata, donde se establecieron los colonos aglutinados en la Asociación y Cooperativa Chortitzer. Realizamos una visita guiada por la planta procesadora de leche líquida y en polvo Trébol, así como otros derivados, al igual que conocimos sitios históricos y museos.

Al respecto, Patrick Friesen, gerente de Comunicación y Cultura de la asociación civil Chortitzer Komitee destacó que se puede visitar las fábricas de Chortitzer, así como el complejo agroindustrial, pero siempre con previo agendamiento.

“También se pueden hacer recorridos por el frigorífico y tenemos un circuito de ecoturismo que incluye la visita a la Laguna Capitán, de agua salada, donde también tenemos un retiro en la naturaleza donde se puede hacer senderismo y acampar. Contamos con un circuito histórico, museos al aire libre, entre otros”,

La historia cuenta que menonitas canadienses (1.743 personas) inmigraron en 1926/27 al Chaco paraguayo, denominado el infierno verde, para fundar un nuevo asentamiento que lo llamaron colonia Menno.

Friesen también habló de los primeros años de desembarco. Explicó que todos los conocimientos de los colonos se basaban en lo que sus antepasados habían hecho toda la vida en el hemisferio norte del planeta.

“Nuestra proveniencia desde Holanda nos da el conocimiento de drenaje de terrenos, conocíamos los inviernos duros. Conocíamos el suelo congelado, sin embargo, no conocíamos dedicarnos a la agricultura en un clima semiárido, tampoco sabíamos de tener que juntar agua, en vez de drenarla, trabajar con el pasto agrio, no tener agua potable en nuestros alrededores. Todo eso tuvimos que aprender”, relató.

Acotó que pagaron 12 dólares por hectárea, que en aquel entonces representaba el 200% más del precio vigente. “Sin saberlo se fueron a la quiebra como comunidad. 1800 personas decidieron emigrar desde Canadá hasta Paraguay, llegando hasta Puerto Casado. Una fiebre tifoidea mató a un 10% de los colonos, quien pudo regresó a Canadá, pero un gran número no tuvo otra solución, ya que habían gastado todos sus recursos. 1.257 personas entraron al Chaco y fundaron las primeras 14 aldeas y comenzaron a trabajar para fundar la colonia Menno, en 1927″, explicó.

 

 

 

 

 

 

 

La cooperativa a partir del próximo mes incrementará su producción de procesamiento y envasado de leche con nuevas maquinarias. Foto: Diego Sanabria.

La guerra y sus consecuencias

“Luego de 5 duros años nos encontramos en medio de una guerra en nuestra proximidad con dos importantes consecuencias. Teníamos que redefinirnos en el concepto de pacifismo. El Gobierno paraguayo nos exigía que diéramos a disposición 40 móviles para el transporte de armas y soldados. La comunidad rechazó ese pedido, pero propuso responder con 40 móviles y transportar víveres, alimentos y heridos. Se liberaron las escuelas para que sean puestos de salud, ofrecimos medicamentos y atención”, detalló el representante.

También habló de los comienzos de la industrialización que fueron básicos, en los años 50. “Comenzamos una producción sistemática de leche, lácteos Trébol, pero nuestra limitante siempre fue la conectividad. Hoy somos cerca de 11.000, la mayoría vive dentro de las 103 aldeas que tenemos. Tenemos un promedio de 100 hectáreas per cápita. Tenemos dos instituciones, la asociación y la cooperativa, la diferencia es que una se financia por los aportes que pagamos y la cooperativa es la parte productiva”.

Dentro del progreso que se puede observar en la ciudad de Loma Plata, hay un ordenamiento tanto en la forma de expandirse, así como transitar. Es una ciudad industrializada, que dispone para sus pobladores que forman parte de la colonia de una educación de altísima calidad, hospitales óptimos, así como sus recursos humanos, lugares deportivos y sitios para los ancianos. Funciona impecablemente como sociedad.

El objetivo principal de la Asociación Civil Chortitzer Komitee es el bienestar integral de sus asociados con una proyección positiva a toda la sociedad.

Neuland significa “Tierra Nueva” en alemán

Neuland es una comunidad que se fundó hace aproximadamente 75 años, ubicada geográficamente en el distrito de Mariscal Estigarribia. Neuland significa “Tierra Nueva” en alemán.

“Los primeros en llegar fueron un montón de refugiados después de la Segunda Guerra Mundial; Paraguay nos acogió, nos dio lugar, acá no vino solamente gente de un pueblo homogéneo de la zona de la antigua Unión Soviética o Polonia, sino de Ucrania, Polonia, Alemania, todos en busca de salir de la posguerra. Eso hizo que Neuland sea un poco diferente a las colonias vecinas”, manifestó Alfred Bainz, presidente de la colonia Neuland, luego de una cena que formó parte de la agenda, donde también participó la ministra de Turismo, Sofía Montiel.

Añadió que vivieron una etapa de aislamiento importante, ya que geográficamente era complicado llegar hasta esas latitudes chaqueñas. “Pero desde los años 80 y los 90 hubo una apertura con la construcción de la Ruta 9 y esto se convirtió en un polo poblacional y productivo importante, después de sufrir los embates de la emigración, ya que el Chaco es una zona bastante agresiva hablando desde el punto de vista de la naturaleza y climática”, comentó.

Destacó que en Neuland se instaló una cultura de trabajo que provenía de los antepasados. “Se instalaron valores primordiales, solidaridad y cooperación. Empezamos a diversificar en los rubros de producción, no solamente en la agricultura tradicional como al principio con la cosecha del algodón. Se instaló la producción láctea y ganadera, y sobre esos ejes se inició una apuesta muy fuerte con la industrialización de la carne con destino principal en abastecer el mercado interno y luego la exportación”.

Bainz sostuvo que insisten en seguir siendo una comunidad ordenada, organizada. “Neuland tiene su estructura con la cooperativa que se dedica a la comercialización de los productos que elaboramos y una asociación civil que se dedica a todos los servicios como salud, caminos, educación, recreación, trabajos sociales, cooperación vecinal, que son financiados por los aportes de los asociados, De repente parecemos una isla dentro del territorio geográfico chaqueño, ya que implica una financiación muy importante para sostener, pero tiene una muy buen retribución en materia de salud, educación de nivel, becas para universidades en el país y el exterior”, dijo.

“Somos paraguayos y queremos ser habitantes que aportan al desarrollo de la región y el territorio nacional. No tenemos una visión egoísta sobre nuestra tierra, producimos el mejor producto para todos los paraguayos. Nuestra norma es primero abastecer al mercado interno y luego exportar, es nuestra filosofía. Apostamos a la alta calidad de todo lo que hacemos para llegar a la mesa de todos”, aseguró.

Población multicultural

Neuland se destaca por tener una ciudad muy hermosa, con detalles como casas que fueron construidas en los primeros años y que se han convertido en museos y una multiculturalidad de razas, ya que no solo menonitas viven en esta zona, sino que también extranjeros y otros paraguayos que decidieron instalarse.

“Sabemos que somos una sociedad multicultural, estamos en pleno proceso de integración genuina basados en el respeto mutuo; queremos ser una población que tiene una base en común que es el respeto y el trabajo en conjunto”, señaló.

Indicó que Neuland apuesta a la conservación de la naturaleza en la fauna y flora, así como el turismo. “Queremos que la gente del país y el exterior venga y conozca la región chaqueña que quizás no se distingue por títulos internacionales de una deforestación salvaje, sino simplemente invitamos a todos y que vean in situ que estamos en una zona verde, donde realmente se vive en armonía entre la población, la producción y la conservación de la naturaleza. El turismo viene a mano de lo que se pretende y apoyamos las acciones de la Senatur en promover la zona del Chaco para fomentar que todos conozcan al verdadero Paraguay”, aseguró.

260 viudas en los primeros años

La colonia Neuland fue la última que se fundó en el Chaco después de la Segunda Guerra Mundial, eran todos refugiados. Paraguay era el único país dispuesto a recibirlos. Unos 10.000 fueron a Canadá y Paraguay recibió al resto.

“Estamos muy contentos, amamos Paraguay, pero tuvimos un difícil comienzo, ya que teníamos 260 viudas que perdieron a sus maridos en la Revolución Rusa y tuvieron que salir adelante solas. Luego de 25 años la colonia estuvo a punto de desaparecer porque más de la mitad dejó y quedaron 900 personas nada más. Muchos dijeron los inteligentes se van porque en el Chaco no se puede, imposible, pero los que quedaron, fueron los valientes porque sostenemos que Dios nos trajo aquí por un propósito y luego comenzó el desarrollo y hoy estamos consolidados como una de las colonias más productivas y de gran calidad en todo lo que hacemos”, refirió.

La ruta turística se inicia con una breve reseña histórica que incluye una visita al Parque Chaco Boreal, donde se encuentran los monumentos conmemorativos de los inicios de la colonia y la labor de los pioneros. En las visitas a estancias y reservas naturales se puede apreciar la variada y rica flora y fauna de la naturaleza chaqueña. La colonia se esmera en seguir ampliando la infraestructura existente y desarrollar nuevas ofertas turísticas.

Cooperativa Fernheim

La última parada de la travesía estuvo preparada para conocer a los colonos de Fernheim, asentados en la ciudad de Filadelfia. Wilfried Dück, presidente de la cooperativa Fernheim, manifestó que cuenta con dos instituciones, la asociación, que se encarga de las áreas sociales, hospitales, educación, hogar de ancianos, entre otros; y la cooperativa, que tiene 20 departamentos que desarrollan las distintas unidades de negocios como el frigorífico, la producción ganadera, estaciones de servicios.

La colonia Fernheim cuenta con varios museos temáticos inspirados en la historia, fauna y flora, al igual que la multiculturalidad. Foto: Diego Sanabria.  

La colonia Fernheim cuenta con varios museos temáticos inspirados en la historia, fauna y flora, al igual que la multiculturalidad. Foto: Diego Sanabria.

“Contamos con 2.400 socios, normalmente un miembro de la familia es el titular y el resto de la familia integra mediante esa cabeza. Nos dedicamos a la producción cárnica, que representa el 80% de las acciones primarias y luego tenemos los productos como el maní, que se plantó desde los primeros años, el sésamo, con 20.000 hectáreas, que son exportados. Los lácteos, como leche, además tenemos una fábrica que produce el mejor yogurt que es Coop, que funciona en conjunto con la cooperativa Neuland”, explicó.

La colonia cumplió 91 años, actualmente están a cargo de la administración la tercera y cuarta generación. “La primera etapa de nuestros antepasados en las tierras chaqueñas fue de subsistencia total, ayudamos en la Guerra del Chaco con nuestra producción de frutas y hortalizas. Luego comenzamos la producción de maní y el algodón, aproximadamente desde 1936 ya teníamos nuestra desmontadora de algodón”, comentó Dück.

Explicó que son descendientes de refugiados de la Unión Soviética. “Nuestra gente llegó aquí con tres grandes deudas, el equipamiento para trasladarse hasta aquí al igual que el viaje y pagar por las tierras, que tuvieron un costo de 20 dólares por hectárea, que para aquel entonces era un precio tremendamente elevado. Con esas deudas, nuestra gente llegó. Los primeros 15 años fueron muy duros por las deudas, pero el algodón servía para amortiguar esos compromisos y luego el maní”.

No conocían el maní ni el algodón

Explicó que sus ancestros se dedicaban a la producción de trigo en sus orígenes europeos, pero que en el Chaco no funcionaba en ese entonces por la falta de lluvia, aunque comentó que hubo un tiempo que sí funcionó, pero duró muy poco.

“No conocíamos los rubros como el maní, algodón o tártago, pero fueron los rubros que nos ayudaron a iniciarnos. Desde los años 37 al 40 comenzamos con la ganadería, también teníamos una manquetería y el mercado de huevos”, indicó.

“El Chaco tiene mucho que mostrar al país y al mundo, hay muchos mitos no ciertos de esta tierra que nos parece ideal desmentirlos como la calidad de su tierra, donde producimos una gran variedad de materia prima, que sirve para todos los paraguayos y el mundo”, dijo.

Destacó que el Chaco, como turismo, puede ofrecer muchísimas cosas. En la colonia cuentan con verdaderos museos históricos en todos los órdenes, ya sean estos religiosos, históricos, políticos y relacionados con la naturaleza. Cuentan con hoteles, recorridos por las plantas lácteas en visitas guiadas.

“Antes de la pandemia teníamos alrededor de 7.000 visitantes por año en nuestros museos y queremos recuperar ese ritmo, ya que estamos abiertos a que nos conozcan. Tenemos museos descentralizados con 10 diferentes temas, aprovechamos las casas más antiguas que nos sirven para conservarlas. El Chaco tiene una tierra muy fértil que se regenera muy rápido, cosechamos agua en dos formas, en las estancias y en las casas”.

Quienes deseen conocer más de estas colonias, las mismas cuentan con redes sociales, así como páginas web donde se alojan todos los datos para agendar y finiquitar un recorrido que de seguro compensará la inversión, así como el esfuerzo de llegar hasta el Chaco central.

Fuente: La Nación