¿Ciencia ficción o realidad? Reino Unido analiza implantar chips con IA en criminales para predecir delitos

El gobierno británico liderado por Keir Starmer está explorando polémicas propuestas tecnológicas para reducir la población carcelaria y mejorar el control de quienes cumplen sentencias fuera de prisión. Entre las ideas más controvertidas debatidas recientemente en Londres figura la implantación de chips con inteligencia artificial capaces de predecir delitos.
Chips subcutáneos y rastreo en tiempo real
Según reveló The Guardian, la ministra de Justicia Shabana Mahmood sostuvo un encuentro con más de 20 gigantes tecnológicos, como Google, Amazon, Microsoft, IBM, Palantir y empresas de biometría, además de operadores de prisiones privadas como Serco, para debatir medidas futuristas que incluyen:
- Chips implantados bajo la piel que permitan rastrear en tiempo real a los criminales.
- Robots para el transporte de presos.
- Superordenadores que analicen datos históricos para anticipar comportamientos delictivos.
Estas iniciativas forman parte de un esfuerzo por descongestionar las cárceles británicas y reducir los costos penitenciarios. Sin embargo, la propuesta de los chips ha encendido las alarmas de defensores de los derechos humanos, quienes advierten sobre el impacto en la privacidad y la dignidad de las personas.
¿Predicción de crímenes o distopía?
Los chips con IA no solo servirían para geolocalizar a quienes cumplen penas fuera de prisión, sino que —en una visión aún más polémica— se plantea la posibilidad de programarlos con algoritmos predictivos que alerten sobre conductas sospechosas antes de que ocurran los delitos.
Para los críticos, esta idea roza la ciencia ficción distópica. “Es una amenaza directa a las libertades civiles. Nos acerca peligrosamente a un escenario estilo Minority Report, donde alguien puede ser castigado por un delito que ni siquiera cometió”, señalaron grupos de defensa de la privacidad digital en el Reino Unido.
Empresas tecnológicas en el centro del debate
La reunión fue organizada por Tech UK, la principal asociación de empresas tecnológicas del país, con el objetivo de que el sector privado presente soluciones al creciente problema penitenciario británico.
Mientras tanto, el Ministerio de Justicia británico aseguró que aún se encuentran en una fase exploratoria y que cualquier tecnología adoptada deberá pasar por estrictos controles legales y éticos.
El debate apenas comienza, pero evidencia cómo la inteligencia artificial y el big data podrían transformar —o amenazar— los sistemas judiciales y penitenciarios tradicionales en un futuro no tan lejano.
FUENTE: 20MINUTOS