Calentamiento global: el efecto del deshielo de los polos sobre la coordinación de la hora mundial

Deshielo en la Antártida.Foto: AFP.

Agencia EFE

Un estudio publicado por revista Nature, que firma Duncan Carr Agnew, de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.), señala que el deshielo en Groenlandia y la Antártida puede haber reducido, con mayor rapidez que antes, la velocidad de rotación de la Tierra.

Este fenómeno puede afectar la coordinación de la hora mundial, y agrega un elemento a la discusión sobre cómo sincronizar los relojes atómicos con la rotación del planeta. Muchas actividades en el mundo desde el Internet, los celulares o los mercados financieros necesitan una escala de tiempo coherente, normalizada y precisa, que proporciona el Tiempo Universal Coordinado (UTC), respecto a la que se calculan todas las otras zonas del mundo.

La UTC viene fijada por los relojes atómicos (TAI), pero teniendo en cuenta el ritmo del ángulo de rotación de la Tierra (UT1), el cual varía. Para ajustar ambos relojes ha sido necesario, en varias ocasiones desde 1972, añadir un segundo intercalar, es decir hacer que un minuto en concreto dure 61 segundos.

Turistas caminan junto a un arroyo de agua de deshielo que fluye desde el glaciar Tsanfleuron sobre Les Diablerets, Suiza. Foto: AFP

Turistas caminan junto a un arroyo de agua de deshielo que fluye desde el glaciar Tsanfleuron sobre Les Diablerets, Suiza.Foto: Fabrice Coffrini/AFP.

Aunque un segundo pueda parece poca cosa, en la actualidad son muchas las actividades, sobre todo de Internet, que dependen de servidores con tiempos muy exactos. Por eso, el código que lleva la cuenta del tiempo en cada computadora suele estar diseñado para manejar ese segundo extra ocasional.

Hasta ahora, la rotación de la Tierra se había ido haciendo gradualmente más rápida, de forma que el tiempo UT1 corría más rápido que el de los relojes atómicos. Esto implica que, con los años, la hora UTC tendría que perder un segundo para mantener la sincronía. Es decir, el último minuto de un año determinado tendría 59 segundos.

La idoneidad de seguir usando segundos intercalares es algo que aún discute la comunidad internacional, que tampoco se ha pronunciado sobre si uno en sentido negativo sería necesario.

De decidirse, sería la primera vez en la historia que se aplicaría un segundo intercalar negativo por lo que será difícil asegurarse de que todos los ordenadores interconectados del mundo puedan permanecer sincronizados.

Un barco maniobra entre icebergs flotando en Disko Bay, Ilulissat, oeste de Groenlandia. Foto: AFP

Iceberg en el Oeste de Groenlandia.Foto: Odd Andersen/AFP.

Un efecto en los polos "nunca antes visto"

La investigación de Agnew, para la que empleó modelos matemáticos, indica que ese segundo negativo podría haber sido necesario hacia 2026, pero que la influencia del deshielo de los polos en la velocidad de la Tierra lo retrasará unos tres años.

El calentamiento global ha provocado un aumento del deshielo en el Ártico, un agua que al derretirse va al océano y eleva el nivel del mar, lo que equivale a una transferencia de masa desde los polos al ecuador. Esto ralentiza la velocidad de rotación de la Tierra, explica el autor en un comunicado.

La ralentización de la rotación de la Tierra causada por el deshielo y por cambios en el movimiento de su núcleo, ha retrasado el momento de tomar la decisión de si es necesario o no incluir un segundo intercalar negativo y da más tiempo para prepararse.

El autor prefiere no referirse a ella como un cierto efecto bueno del cambio climático. "Creo que considerar positivo el calentamiento global por su efecto en el cronometraje es como mirar un lago contaminado y considerarlo positivo por sus interesantes colores", señala.

En todo caso, que el cambio climático haya sido capaz de modificar la velocidad a la que gira toda la Tierra es -destaca- "otro indicio más de que estamos teniendo un efecto sobre el mundo como nunca antes se había visto".