Bolivia busca a Chile para importar hidrocarburos desde el puerto de Arica

La estatal YPFB trabaja en la “reversión del oleoducto” Arica-Sica Sica para reducir los costos transporte de crudo necesario para la refinación de diésel y gasolina. La semana pasada hubo una reunión técnica en Santiago

Una misión técnica del Gobierno del presidente Luis Arce y de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) llegó hasta la Cancillería de Chile para pedir la “modernización” el oleoducto que une Sica Sica, en el departamento de La Paz, con Arica.

El objetivo de las conversaciones está alentado por la necesidad del país de abaratar los costos del transporte de petróleo desde ese puerto hasta las refinerías de Cochabamba y Santa Cruz. Allí, el crudo se transforma en diésel y gasolina, dos carburantes clave para el funcionamiento del país.

El viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, conversó sobre el tema con la vicecanciller chilena, Gloria de la Fuente, en el contexto de la reactivación de los contactos de la era post La Haya. Sucedió el 20 de julio en Santiago.

Blanco manifestó “el interés de avanzar en la modernización del Acuerdo de 1957 de la Concesión del Oleoducto Arica-Sica Sica, junto con explorar alternativas para el transporte de crudo”, señala el reporte emitido por la Cancillería chilena tras el encuentro.

En abril, Chile ya había renovado en favor de la estatal petrolera y por un periodo de 20 años “la concesión marítima del Oleoducto Sica Sica-Arica (OSSA II)”. Al respecto, un informe de YPFB precisó que “este hecho es de gran beneficio para Bolivia, ya que reduce el costo de las importaciones de líquidos hasta 10 veces (logística) y optimiza los precios en hasta el 40% en comparación con las importaciones realizadas desde Paraguay, Argentina y Brasil” que se realizan a través de cisternas.

“Esta renovación permite que los buques que transportan combustibles puedan conectarse a la terminal de Arica para la descarga de diésel, insumos y aditivos; mismos que ingresan a Bolivia por medio de (camiones) cisternas. También permite operaciones de carguío a buques para eventuales tareas de exportación de Recon (petróleo reconstituido)”, dijo entonces el vicepresidente Nacional de Operaciones de YPFB, Luciano Montellano, de acuerdo con un boletín de prensa la petrolera.

El subsecretario chileno de Política Exterior, Alex Wetzig, y “altos directivos” de la estatal YPFB, conversaron hace una semana sobre “la modernización” del ducto. Esto supone el desafío de bombear el petróleo desde la costa hasta la cordillera y el altiplano, situados por encima de los 4.000 metros sobre el nivel del mar. Este plan aún está sujeto a un análisis.

En Santiago, ambas partes presentaron “los principales aspectos técnicos del proyecto que, en un primer momento, será estudiado y evaluado por todas las instancias técnicas chilenas, concernidas”, señala el reporte de ese país.

Álvaro Ríos Roca, director de Gas Energy Latin America y especialista en el rubro de los hidrocarburos, explicó que lo que está haciendo el país es la “reversión” del ducto que sale de las refinerías de Cochabamba y Santa Cruz a Sica Sica, de manera que puedan recibir el crudo que llegue al altiplano a través de camiones.

“Hay una concesión para almacenar combustible y hay un poliducto que va desde Arica hasta Cochabamba. Ese poliducto fue usado en el pasado para exportar; Bolivia fue un exportador de petróleo. Entonces, ahora que la situación ha cambiado, básicamente estamos importando diésel y gasolina. Lo que se ha visto como un punto práctico, no gasolina ni diésel, sino petróleo. Revertir la primera etapa que va de Arica al altiplano boliviano, subir toda la cordillera, sería una inversión grande”, explicó el especialista.

Señaló que la situación del país “ya es crítica”, porque se ha convertido en importador de carburantes. “El 84% del diésel que se consume es importado y casi el 52% de la gasolina ya es importada”, mencionó ayer el especialista.

El acuerdo del oleoducto Sica Sica – Arica fue suscrito en 1957 en el marco del Tratado de Complementación Económica (ACE-22).La infraestructura comenzó a funcionar en 1961 para exportar crudo desde Bolivia para embarcarlo en buques en Arica, donde YPFB tiene depósitos para hidrocarburos y otras instalaciones en un 3,5 hectáreas cerca de la costa.

Hugo Del Granado, especialista en hidrocarburos y energía, recordó que el ducto a Arica fue pensado para exportar e importar petróleo “en ambos sentidos”, desde Bolivia a otros mercados a través del puerto. Ahora, los buques tanqueros llegarán para abastecer con esa materia prima al país. “Será una inversión relativamente significativa revertir el ducto porque hay que subir desde el nivel del mar hasta casi 5.000 metros.

Entonces, se necesita bombas; ubicar los puntos para la instalación de estas bombas y elevar presión. El presidente de YPFB (Armin Ludwig Dorgathen) había anunciado que en junio ya se iba a importar, pero no se tienen noticias de que se hayan iniciado los trabajos de reversión del ducto”, explicó ayer Del Granado.

El especialista hizo notar que diariamente se necesitan de 20.000 a 30.000 barriles de crudo para abastecer el mercado. “Esta importación se ha estado haciendo por Argentina, pero la apertura de una nueva vía de ingreso da muchas más flexibilidades para buscar petróleos más convenientes para el país”, señaló. Eso sí, también indicó que la situación del país es complicada. Señaló que la gestión estatal no alentó el descubrimiento de las reservas de gas y petróleo del país.

 “Si se pone difícil la situación se va a tener que dejar de exportar gas, porque la prioridad es el mercado interno. No se trata de llegar a ese punto extremo, se trata que el gobierno modifique su política y haga una apertura del mercado, elimine el estatismo secante que existe y se permita el ingreso de inversiones para los operadores privados y se flexibilice el régimen fiscal” dijo.

El expresidente Evo Morales admitió que se reduce el gas. “Donde tenemos una debilidad (es en) el tema energético. Se está reduciendo el nivel de gas”, dijo el político y expresó su preocupación por la generación de electricidad.

“Hay que acelerar cómo terminar estas plantas hidroeléctricas. Aunque haya gas, es mejor sustituir. En vez de quemar el gas, acudir a las hidroeléctricas”, dijo el líder del MAS, quien destacó la “nacionalización de los hidrocarburos” que se dio al inicio de su mandato.

En el curso de los últimos 20 años, cuando Bolivia intentó negociar con Chile una salida al mar a partir de la exportación de gas natural, las relaciones entre ambas naciones estuvieron marcadas por episodios de tensiones y diálogos, “pero también silencios”, como el que se produjo por efecto de los pleitos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Desde 2018, el mar no está en la agenda y desde 2003, tras la Guerra del Gas, Chile dejó de lado la fórmula “gas por mar”, apuntó Gustavo Aliaga, diplomático y diputado por CC.