Beni reporta más de 5.000 reses muertas y pérdidas que superan los $us 34 millones por inundaciones

La situación en Beni es crítica. Hasta el momento, el sector ganadero ha reportado pérdidas por más de 34 millones de dólares. Desde comienzos de año, la región amazónica ha sufrido los embates del clima: las intensas lluvias inundaron las pampas del departamento, afectando gravemente la actividad ganadera.
Aunque las precipitaciones han cesado, las consecuencias persisten. Muchos animales se han quedado sin alimento debido a los pastizales anegados. Según datos de la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni), ya se ha registrado la muerte de más de 5.000 cabezas de ganado.
La mayoría de los decesos se debe al agotamiento y falta de alimento. Muchas de las reses han muerto mientras eran evacuadas a zonas más altas, por cansancio o por picaduras de víboras.
En medio de la emergencia climática que afecta a gran parte del departamento de Beni, los testimonios de los productores ganaderos retratan una realidad dura.
“Cuando usted empieza a mover ganado es pérdida. Hay vacas que malparen, otras que después no quieren al ternero. Algunas quedan rengas, hay que traerlas o meterlas al matadero aquí en San Joaquín. Ya no dan más”, señaló Orlando Álvarez, productor ganadero de San Joaquín.
El nivel del agua sigue siendo una amenaza. “En la altura el ganado se mantiene bien, gordo, lleno, pero solo unos 40 días. Si el agua no baja en dos o tres meses, el ganado empieza a debilitarse. Y después llegan los sures. Ahí es cuando más nos perjudica. Se caen las vacas, dejan de dar leche, la guacha no se desarrolla bien y a veces se muere la vaca”, contó el ganadero.
Reporte de perdidas
De acuerdo con un levantamiento de datos de Fegabeni, hasta la fecha por las inundaciones se han registrado pérdidas por más de 34 millones de dólares en el sector ganadero.
El reporte señala que la mayor pérdida económica proviene de la merma de peso en el ganado bovino, estimada en 19,2 millones de dólares. Las lluvias intensas anegaron extensas zonas de pastura, reduciendo la alimentación del ganado y afectando su desarrollo.
Además, el informe detalla que 2,2 millones de dólares de pérdidas corresponden por muerte de bovinos y otros 3,7 millones por daños en infraestructura ganadera. A esto se suma 552.000 por gastos en la movilización de animales a zonas más altas, y 8,3 millones por afectación a otras especies animales.
Los datos fueron actualizados al 7 de abril y reflejan el impacto acumulado desde el inicio de la temporada de lluvias. Beni es una de las principales regiones ganaderas del país, con vastas extensiones dedicadas a la cría de bovinos.
Esta cifra pude ser mayor porque aún falta los datos de las zonas por donde va pasando el turbión del gran río Mamoré, que pasará por la Provincia Yacuma (Santa, Exaltación), luego Puerto Siles, hasta llegar a Guayará.
Nivel de los ríos
Los niveles de los ríos en el departamento del Beni continúan generando preocupación, según el último monitoreo realizado por la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni), en base a datos del Servicio de Meteorología (SEMENA) y el municipio de San Ramón.
El informe, actualizado al 9 de abril de 2025, indica que varias estaciones de medición fluvial se encuentran en niveles de alerta roja y naranja, lo que refleja una situación de riesgo persistente tanto para comunidades como para el sector productivo.
Las estaciones de Camiaco, Los Puentes, Puerto Almacén y Loma Suárez presentan niveles clasificados en alerta roja, es decir, por encima del nivel de barranco. Esta condición implica una alta probabilidad de desbordes e inundaciones en zonas aledañas.
En tanto, Guayaramerín, Cachuela Esperanza, Itonama y Riberalta registran niveles de alerta naranja, lo que significa que el nivel del agua es alto y puede representar un peligro inminente si las lluvias continúan.
Otras estaciones como Puerto Villarroel y San Ramón (Machupo) se encuentran en alerta amarilla, correspondiente a niveles medios, que, si bien no representan una emergencia inmediata, requieren monitoreo constante. La única estación con niveles bajos y fuera de riesgo aparente es Puerto Junín (Santa Ana), donde las lecturas se mantienen estables.
El monitoreo comprende 12 puntos estratégicos del sistema fluvial de Beni, una región duramente afectada por las lluvias en los últimos meses.
FUENTE: EL DEBER