Analistas ven que Arce toma ventaja como candidato para un MAS dividido y sin Evo Morales

Combo de fotografías de archivo del presidente de Bolivia, Luis Arce (i), y el exmandatario de Bolivia Evo Morales (2006-2019). EFE/Luis Gandarillas

El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) busca reformarse debido a la exclusión del exmandatario Evo Morales (2006-2019) del liderazgo de ese partido después de casi 30 años, y con el presidente de Bolivia, Luis Arce, como «posible aspirante» a la reelección, que según dicen analistas a EFE tiene varias «ventajas», de cara a los comicios del 17 de agosto. 

La analista política María Teresa Zegada dice a EFE que Arce parte con ventaja «porque hasta el momento no ha surgido un líder alternativo al presidente», lo que allana el camino a que postule por su reelección.

Las organizaciones sociales afines al mandatario realizarán este viernes un congreso oficialista en la ciudad de El Alto, ciudad vecina de La PazEste ‘cónclave’ tiene el objetivo de establecer los mecanismos de la elección del binomio de candidatos a presidente y vicepresidente, lo que algunos sectores oficialistas esperan se dé junto a la proclamación oficial de Arce, aunque el mandatario no ha hablado aún de dicha posibilidad.

Líderes indígenas y sindicales que apoyan al actual presidente han comenzado a proponer su nombre para la reelección durante los actos oficiales del mandatario de entrega de obras públicas.

‘Arcistas’ y ‘evistas’

Los ‘arcistas’, como se le conoce a los seguidores del presidente, han asegurado que impedirán que se repitan «dedazos» o imposiciones como en los tiempos de Morales.

Dicho encuentro se hará mientras el bloque que respalda al expresidente aún gestiona una alianza con un partido diferente al MAS que le permita presentarse a las elecciones presidenciales, a pesar de la sentencia constitucional que indica que la reelección en el país es «por una única vez».

Los ‘evistas’ advirtieron que en cuanto tengan definido un nuevo partido «archivarán» las banderas del MAS y se mantendrán con su líder histórico, luego de que en noviembre del año anterior una sentencia constitucional reconociera como nuevo líder del oficialismo al dirigente Grover García, afín a Arce.

El analista Pedro Portugal le asegura a EFE que Arce se favorece del «ocaso (político) de Evo Morales», que responde al cierre de un «ciclo histórico», por lo que ahora es posible el fortalecimiento del mandatario ante los sectores populares.

Control del Estado y división del MAS

Luis Arce ha incrementado este año sus desplazamientos por todo el país para la entrega de obras y ofrecer discursos sobre su gestión. Desde enero el mandatario realiza un promedio de dos visitas diarias a diferentes ciudades y comunidades para presentar los resultados de su gestión.

Al respecto, Zegada argumenta que la «mayor» fortaleza de Arce es que tiene «el aparato del poder» y «el aparato comunicacional estatal» para mostrar los resultados de su gestión.

Mientras que Morales no sale del Trópico de Cochabamba (centro), su principal bastión político y sindical, desde octubre de 2024, donde está rodeado por sus seguidores que lo protegen contra una orden de captura. 

Morales fue declarado en «rebeldía» por no presentarse en dos ocasiones ante un tribunal para responder por una acusación de trata agravada de personas, por supuestamente mantener una relación con una menor con la que tuvo un hijo en 2016, cuando era presidente de Bolivia.

Zegada también dijo que el mayor punto en contra de la candidatura de Arce es la «situación económica» que padece el país, marcada por la falta de dólares, la provisión irregular de combustibles y la peor inflación en los últimos 17 años.

La crisis entre Arce y Morales

Morales y Arce están distanciados desde finales de 2021 por el control de las decisiones del Gobierno y el liderazgo del MAS.

Pero varios sectores oficialistas han mostrado su malestar desde la crisis política de 2019, cuando el entonces presidente Evo Morales renunció a la Presidencia denunciando ser víctima de un «golpe de Estado» y entre señalamientos de fraude electoral a su favor, para luego salir del país y retornar a finales de 2020, cuando Arce recibió el mando de la nación andina. 

Jeanine Añez (2019-2020) asumió la presidencia interina el 12 de noviembre accediendo en su condición de segunda vicepresidenta del Senado tras la renuncia de Morales (10 de noviembre), su vicepresidente y las cabezas del Senado y la Cámara de Diputados. La política cumple una condena de 10 años por el caso ‘golpe de Estado II’ por situarse «ilegalmente» en la línea de sucesión. 

Algunos sectores del MAS acusaron a Morales de abandonarlos tras refugiarse en Argentina, y se sumaron a las filas de Arce, quien ganó las elecciones posteriores en 2020, después de ser el ministro de Economía de Morales durante su Gobierno.

El analista Portugal advirtió de que si no se da un «control sensato» entre ambos grupos contendientes del oficialismo, esta tensión «puede acabar en un enfrentamiento» no solo de los líderes, Arce y Morales, sino entre sus seguidores.